Estudiar un año en Estados Unidos es mucho más que aprender inglés o aprobar asignaturas: es sumergirse de lleno en una cultura nueva, conocer a personas de todo tipo y crecer como nunca antes lo habías hecho.
Vivir con una familia americana y asistir a un instituto local permite que cada día esté lleno de aprendizajes, tanto dentro como fuera del aula. Desde las clases hasta el autobús amarillo o las cenas en casa, todo suma en una experiencia que transforma.
Aprender inglés de verdad… sin libros de texto
Cuando vives en otro idioma, aprendes más rápido y de forma natural. El inglés no se queda en el papel: lo usas para hacer amigos, participar en clase, apuntarte a clubes o simplemente charlar con tu familia de acogida mientras ayudáis a preparar la cena. Y eso se nota: muchos estudiantes vuelven hablando con fluidez, con seguridad, y con un nivel que les abre puertas en la universidad y el mundo laboral.
Crecer, adaptarse, conectar
Vivir esta experiencia también te permite desarrollar habilidades que no se enseñan en clase: adaptabilidad, empatía, independencia, comunicación… Te conviertes en una persona más abierta, segura y preparada para cualquier reto. Y además, formas parte de una comunidad que celebra la diversidad y te hace sentir como en casa.
El instituto: mucho más que clases
Los institutos americanos son el corazón de la experiencia, y aquí te contamos por qué:
Orgullo escolar
Sí, en las pelis es real. En los institutos de EE.UU hay un fuerte sentido de pertenencia: los estudiantes se implican, organizan actividades, forman parte de consejos escolares y participan activamente en la vida del centro.
Y si hablamos de orgullo, los deportes se llevan la palma: fútbol americano, animación, baloncesto… ¡los partidos son todo un evento!
Eventos únicos
El famoso Homecoming, con su desfile, el partido especial y el mítico baile, es solo una de las muchas tradiciones que vivirás. También hay bailes de primavera, eventos de graduación, semanas temáticas… Cada momento es una oportunidad para celebrar, integrarse y disfrutar con nuevos amigos.
Actividades para todos los gustos
Después de clase, empieza la otra mitad del día: clubes de debate, equipos deportivos, teatro, música, arte, robótica, ciencia, voluntariado… ¡Imposible aburrirse! Es la oportunidad perfecta para descubrir nuevas pasiones y desarrollar talentos.
Una forma diferente de enseñar (y aprender)
El sistema educativo americano es muy distinto al español. Allí, el aprendizaje va más allá de los exámenes: hay más participación en clase, más flexibilidad para elegir asignaturas y más atención a lo que necesita cada estudiante.
Además, el ambiente suele ser más cercano y distendido. El profesorado se interesa por cada alumno o alumna, tanto dentro como fuera del aula. Quieren verte crecer, no solo sacar buenas notas.
¿Por qué vivir esta experiencia?
Porque es una aventura que transforma. Porque tu hijo o hija volverá con más idiomas, más herramientas para la vida y una mirada más abierta al mundo. Y porque, con el acompañamiento adecuado, esta experiencia se vive con seguridad, ilusión y confianza.
En Deaquiparafuera llevamos años ayudando a familias a dar este gran paso. Sabemos lo que implica, entendemos las dudas y estamos para acompañarte en cada etapa del camino.